El teléfono móvil es un tema de actualidad constante y su crecimiento en cuanto al uso es exponencial.

Según estimación del Ministerio de Sanidad, un 18% de la población adolescente usa el móvil de manera compulsiva, aunque ésta se quede corta, pues es un porcentaje mucho mayor de jóvenes el que sufre adicción al smartphone (teléfono inteligente).

De hecho, la OMS (Organización Mundial de la Salud) ya cataloga el uso abusivo de los juegos digitales como una adicción.

Los adolescentes están pendientes del móvil en todo momento, sobre todo cuando se trata de redes sociales, tema que tocaremos más adelante.

Esta adicción está directamente asociada con el fracaso escolar. La dependencia de estos aparatos es muy similar a la de cualquier otra droga, con el placer que conlleva consumir y la sensación de necesidad cuando estamos un determinado tiempo sin hacer uso de él.

De hecho, llega a modificar el comportamiento cerebral, ya que responde al estímulo inmediato y no trabaja el componente reflexivo.

 

Por qué genera adicción el smartphone

El smartphone dispone de casi todas las cualidades de un ordenador, pero en un tamaño muy reducido, alta manejabilidad y accesible para prácticamente todos los públicos.

En primer lugar, lo que mantiene a los jóvenes tan pendientes del teléfono móvil son las redes sociales (RRSS). Podemos ver a un gran número de la población -no solo adolescentes- con un smartphone en cualquier lugar (transporte público, cafeterías, andando por la calle…) sumergidos en las redes sociales sin prestar atención a nada de lo que les rodea.

Por otro lado, la fácil interacción con otras personas -sin necesidad de salir de casa- genera una “vida social paralela´´ mucho más cómoda que la tradicional. La gran oferta de contenido audiovisual gratuito también nos mantiene pegado a los smartphones durante horas y horas.

Por qué son tan adictivas las redes sociales

Muchas personas no son capaces de controlar el tiempo que ocupan con las redes sociales, llegando a desatender actividades prioritarias como los estudios o el trabajo.

Las redes sociales son tan adictivas por su facilidad para generar sensación de gratificación. Cuando publicas algo, la respuesta del receptor es instantánea, lo que produce un estímulo positivo inmediato. Por lo tanto, el cerebro busca esta aparente satisfacción tan sencilla constantemente, por el poco esfuerzo que requiere, no siempre de manera consciente.

A nosotros, los humanos, nos gusta sentirnos queridos, deseados e, incluso, observados. Las redes sociales proporcionan todo esto de un modo exponencial.

 

Peligros de las redes sociales

Las redes sociales no están exentas de riesgos. Algunos de ellos son:

  • Uso indebido de tus datos personales y fotos. Una vez publicados, cualquier persona tiene la posibilidad de acceder a ellos.
  • Suplantación de identidad. Quien quiera puede descargar tus fotos y datos y crear cuentas falsas con tu identidad
  • La sensación de impunidad que otorgan las redes sociales es aprovechada por los acosadores.
  • Productividad laboral/escolar reducida. Cuando hacemos uso de ellas en el trabajo o en la escuela.
  • A través de las RRSS se implantan una cantidad exorbitada de virus que pueden dañar tu ordenador y obtener datos privados, pudiendo estos ser vendidos.

 

Es importante limitar el tiempo de uso tanto del móvil como de las redes sociales. Hacer un buen uso de ellas y siempre tener presente el peligro que se esconde detrás de todas las fotos, vídeos y likes.