Se pueden practicar técnicas de relajación, como la respiración profunda, la meditación, el mindfulness y la autoconciencia, tratando de pensar más en el presente y buscar soluciones para el aquí y el ahora. También es recomendable aprovechar para hacer actividades placenteras o agradables para las que no se suele tener tiempo, como leer o ver una película.
Es bueno mantener la diferenciación entre laborables y fines de semana, a pesar de estar todo el tiempo en casa, esto facilita el establecimiento de rutinas.
Y por supuesto, mantenerse activo. Ocuparse todo lo posible para tratar de no preocuparse.