Muchas parejas, con la situación de aislamiento, se ven obligadas a no poder verse durante el tiempo que dure. Para muchas, comienzan las dudas, también surgen las preguntas acerca de si la relación aguantará esta situación, aparecen los celos, el control, las discusiones.

Ante todo, hay que mantener la calma. Cuando una pareja está basada en la confianza, el respeto y el amor, estos momentos de distancia pueden servir para afianzar todavía más la relación. En cualquier caso, una separación temporal nos resultará útil para adquirir perspectiva, para extrañar a esa persona que amamos y para buscar vías de comunicación y cercanía alternativas.

Los celos y la necesidad de control de algunas personas, son síntomas inequívocos de que una relación no funciona, por eso, este distanciamiento tiende a acrecentar los miedos en aquellas relaciones que no tienen una base firme, o que son insanas.

Debes ver la situación desde el lado positivo, porque puede servirte para reencontrarte contigo mismo, para evaluar los pros y contras de tus relaciones y para decidir sin presión si estás en una relación sana que te ayude a crecer.

Respetar los espacios de los demás durante el aislamiento, mantener los gestos de cariño, no obsesionarse con qué estará haciendo la otra persona, preocuparse por sus emociones y sentir que, puedes tener tu propio espacio y que se preocupan por ti. Definitivamente, esta circunstancia puede resultar muy positiva a la hora de hacernos crecer, personalmente y también, en pareja.