Ante todo, calma y planificación. Que se suspendan las clases no debería ser interpretado como vía libre para no hacer nada. La idea es que, durante el tiempo de inactividad escolar, se mantengan los horarios y se dedique el tiempo a realizar tareas, a repasar lo aprendido o a la lectura.

Los centros de estudio están utilizando plataformas digitales para enviar a los alumnos tareas. De manera que el ritmo diario, debería estar marcado por reservar un tiempo suficiente para continuar con el estudio.

Marca un horario, respetando el tiempo de descanso.

Evita el uso del teléfono, de la televisión y de los aparatos electrónicos durante ese horario.

Procura echar un vistazo a las tareas realizadas durante ese espacio de tiempo, o de ofrecer tu ayuda ante las posibles dudas.

Trata de planificar también alguna actividad en común durante el tiempo libre (juego de mesa, película, cocinar etc.) Y aprovecha para escucharles. Seguro que podéis sacar algo bueno de todo esto.