El amor durante la adolescencia adquiere una importancia muy grande. Cuando los adolescentes se enamoran, sus emociones, pueden llegar a nublarse por completo. Con el aislamiento, se ven obligados a no ver a la chica o al chico que les gusta, y probablemente se muestren esquivos, tristes, enfadados y una de las consecuencias es que lo paguen en casa.
Toca ser comprensivos con su situación, la inmadurez y los cambios hormonales, son una olla a presión, y en esta situación, las emociones afloran y se mezclan con los miedos.
Hay que evitar burlarse de sus sentimientos o minimizarlos, pero tratando a la vez, de ubicarles en la realidad, haciéndoles comprender la situación.
Si necesitan hablar por teléfono con esa persona especial, es mejor dejarles, siempre sin excesos, pero comprendiendo que para ellos es especialmente difícil.
Hay que prevenirles de los riesgos, y advertirles de las consecuencias para tratar de evitar irresponsabilidades por su parte, como que salgan de casa sin permiso.
Distraerles, dejarles emplear su tiempo en actividades reconfortantes y respetar su espacio, también sirve de ayuda.