Esta situación debe estar por encima de nuestras necesidades personales. En este caso, la prioridad debe ser siempre el bienestar común. Por ello, salvo que uno de los progenitores sea parte de la población de riesgo, por edad o dolencias previas, los niños, a ser posible, deberán permanecer con aquel que legalmente tenga la custodia habitual, a fin de que estos, no padezcan un estrés añadido. En el caso de las custodias compartidas, debemos ser responsables y evitar los traslados y los contactos innecesarios. Por eso, durante el tiempo que dure la cuarentena, lo mejor es ponerse de acuerdo para que los niños permanezcan en un domicilio, y negociar después las posibles compensaciones por ello.

Al respecto de las pensiones alimenticias, deberían cumplirse las estipulaciones que se tengan habitualmente acordadas. Muchas familias están enfrentándose a situaciones de desempleo, por ello, es fundamental que ahora, seamos comprensivos, pacientes y nos volquemos en el apoyo mutuo, dejando a un lado los conflictos y velando siempre por el bien común de todos y, sobre todo, de nuestros hijos.