El aislamiento nos ha pillado a todos más o menos por sorpresa. Puede que tu relación estuviera haciendo aguas, y con esto, veas la oportunidad definitiva para terminar con el vínculo.
Si no existe convivencia y el aislamiento os ha cogido viviendo en lugares diferentes, lo ideal que te tomes este tiempo para hacer una reflexión y para ver si lo que realmente quieres es terminar con la relación. Idealmente, es mejor terminar cara a cara, aunque si la situación es insostenible, no debes dudar a la hora de explicar tus motivos y finalizar con la misma.
En el caso de que exista convivencia, y a no ser que la situación te supere psicológica y emocionalmente, no es el mejor momento para tomar decisiones drásticas. Procura mantener tu espacio y tratar de que la convivencia sea lo mejor posible mientras dura el aislamiento. Lo más importante es respetar al otro, y respetar las necesidades propias, por eso, a pesar de las circunstancias excepcionales, no debes consentir ningún tipo de maltrato psicológico o físico.