El COVID19 afecta de forma más grave a las personas de edad avanzada, a las personas con problemas de salud (problemas cardiovasculares, diabetes, dolencias respiratorias, inmunodepresión etc.) y, por tanto, la recomendación general es que, la población de riesgo, se mantenga aislada de la población general. Debido a esto, muchas familias se ven obligadas a mantener la distancia con personas queridas, con familiares cercanos como padres, abuelos etc.

Gestionar esta separación puede parecer complicado, pero debemos pensar que este aislamiento no es definitivo, y que cuanto antes paremos entre todos, el avance de la pandemia, antes podremos regresar a la normalidad. Es importante que no olvidemos el riesgo que supone para este sector de la población el hecho de entrar en contacto con posibles portadores del virus. Si tenemos presente esta circunstancia, nos resultara más fácil sobrellevar la distancia.