Muchas personas, van a tener que enfrentar esta situación viviendo solas. Sobre todo, muchas personas mayores, vulnerables al virus y susceptibles de ser contagiadas. Pero también gente más joven, que se ve obligada a no salir de casa y a reducir su vida social por completo.
La soledad obligada puede generar en nosotros ansiedad o sentimientos de tristeza, por eso, es importante “ocupar “nuestro tiempo y evitar tener demasiados “espacios muertos “durante el día. La planificación es un buen recurso. Hacer cada día un pequeño planning y tratar de cumplirlo, invertir este momento en aquellas cosas para las que nunca tenemos tiempo, en la lectura, en ver una película tranquilos, pero también, en hacer algo de ejercicio y mantenernos activos, como forma de evitar el decaimiento y la depresión.
Preocuparnos por los demás, llamar para preguntarles cómo se encuentran y mantener el contacto con los amigos, hoy es relativamente sencillo sin movernos de casa. Pero, sobre todo, hacer cosas diferentes y dosificar nuestro tiempo en actividades distintas nos mantendrá la mente ocupada y nos alejará del aburrimiento, y con ello, de todas las emociones negativas que este puede provocarnos.