La adolescencia
Una etapa de cambios
Guíar, educar, acompañar, vigilar, corregir, dialogar…
La adolescencia es una etapa de la vida caracterizada por los cambios y, por tanto, en la que, el desequilibrio, es parte substancial y natural. Junto a los cambios físicos, se producen cambios psicológicos y emocionales, así como una búsqueda de autonomía que sucede, naturalmente, como parte del proceso. Como padres, asumimos un papel que no siempre es sencillo ya que, se corresponde con las normas, las exigencias, la autoridad etc. en un momento en el que, los jóvenes, reclaman independencia, autonomía y descubrimiento, pero que, por otro lado, debe representar la seguridad, el referente y las pautas y es, en este frágil equilibrio, donde reside el secreto para guiar a los jóvenes en el camino hacia su vida adulta.
Cada joven tiene sus propias características y tiempos y, por lo tanto, sus propias necesidades, pero en mayor o menor medida, todos ellos, atravesarán por los conflictos y la inestabilidad de esta etapa, por lo que, es fundamental aprender a escucharles, hacerles sentir seguros y propiciar un ambiente en el que, puedan desarrollarse en libertad, pero siempre teniendo en cuenta que, la autoridad por nuestra parte, no solo no es negativa, sino que resulta necesaria.
En Orientak destacamos cinco puntos clave a los que se debe prestar especial atención para ayudar a los más jóvenes a vivir una adolescencia feliz.
Autoconcepto, autoestima, imagen personal y equilibrio personal
El adolescente atraviesa una etapa de inestabilidad emocional en la que, los altibajos son frecuentes. Muchos de ellos pasan de la euforia a la tristeza y viven las emociones con gran intensidad. Es un momento en el que, la imagen que proyectan en los iguales, adquiere una gran importancia y en el que, la aceptación por parte de los demás se convierte en el medidor de su valía. La inteligencia emocional será fundamental a la hora de que las emociones puedan ser gestionadas de manera correcta. Este es un trabajo que se va adquiriendo con la experiencia, un aprendizaje que comienza sabiendo reconocer las propias emociones y siendo capaz de controlarlas y canalizarlas adecuadamente, así como siendo capaz también de reconocer las emociones de los demás.
Es frecuente que algunos adolescentes pasen por etapas en las que, la vestimenta o la apariencia externa no resulten del todo normativas, en este punto se debe entender que, la apariencia externa sirve como punto de distinción y reafirmación personal y que, generalmente, se trata de un periodo transitorio.
Es importante fomentar la autoestima de los adolescentes, sobre todo ayudándoles a comenzar a entender que, su valor como personas, no depende de la imagen que proyectan en los otros, ni necesariamente del concepto que los demás tengan de uno, y que debe fundamentarse en sus valores y estar en consonancia con su propia manera de sentir las cosas, pero siempre comprendiendo que, para el adolescente, la identificación con el grupo de iguales es importante.
El diálogo se torna fundamental, así como el respeto por sus emociones, aunque en algunos momentos puedan parecernos exageradas o sacadas de contexto. No se debe ridiculizar o quitar importancia a aquello que sienten y siempre hay que tratar de guiarles desde el razonamiento y el cariño.
Amistades: Malas compañías o aislamiento
Como hemos dicho, la identificación con el grupo de iguales es muy importante en la adolescencia. Es una etapa en la que, los jóvenes comienzan a definir su personalidad, demostrando sus gustos y tratando de reafirmar sus propias ideas, pero a la vez, necesitando sentirse parte del grupo.
Los amigos y compañeros de estudios se convierten en el centro de su mundo, dejando a la familia en un plano secundario. Los amigos serán fundamentales en esta etapa de crecimiento y es por ello, que se debe estar atento a qué tipo de relaciones mantienen los jóvenes, sin bajar la guardia frente a posibles amistades que puedan influirles negativamente, pero sin invadir su espacio y tratando siempre de hacerles ver las cosas a través de una comunicación sincera y razonable. Las prohibiciones suelen resultar contraproducentes y pueden llevar a que el adolescente, se rebele contra ellas. Es importante mantener la calma y observar, siempre dejando espacio para que decidan por sí mismos, pero interviniendo si la situación lo requiere.
En algunos casos, el adolescente, por el contrario, parece no encontrar su lugar entre el resto de los jóvenes, tendiendo a aislarse. Este, puede ser un síntoma de otros problemas, por lo que conviene prestar atención si esto ocurre. El acoso escolar, la depresión, las adicciones, los problemas alimentarios…pueden subyacer detrás de este aislamiento.
Sexualidad y relaciones
La adolescencia se caracteriza también por el descubrimiento de la sexualidad propia. Los cambios a nivel físico y hormonal ejercen una gran fuerza en todos los demás ámbitos del desarrollo del adolescente.
Es una época de descubrimiento y puede ser una época de confusión, de labilidad emocional y de cambios bruscos en las emociones.
Es importante que los jóvenes tengan información clara al respecto de sus cambios físicos y psicológicos, de su sexualidad y acerca de las relaciones sexuales. Lo mejor es enfrentarse a estos temas con naturalidad, previniéndoles de los riesgos y recordándoles la importancia del autocuidado y del cuidado de los demás.
Muchos jóvenes pasan por una etapa de indecisión al respecto de su orientación sexual y, no son infrecuentes las experiencias con personas de su mismo sexo, sin ser esto un indicativo de su orientación sexual definitiva.
En todo caso, la buena comunicación familiar es importante en esta etapa también en este ámbito, así como la educación en la responsabilidad y la vigilancia de posibles peligros al respecto, como pueden ser Internet o las situaciones de acoso.
Prevención de adicciones
La convulsión emocional de la adolescencia, sumada a la necesidad de autoafirmación y nuevas experiencias, son un coctel que propicia el coqueteo con las drogas, así como la posibilidad de desarrollar otro tipo de adicciones.
Nuevamente, la información al respecto de las substancias adictivas y de las conductas potencialmente peligrosas, resulta fundamental para concienciar a los jóvenes de los riesgos que pueden suponer.
Los adolescentes deben vivir experiencias por sí mismos y, esto significa que deben de ir adquiriendo libertades y responsabilidades.
Es importante que los padres respeten estos espacios propios, pero siempre manteniendo cierta vigilancia al respecto del consumo de substancias o de determinadas conductas, prestando especial atención a las posibles señales que puedan sugerir algún problema de este tipo.
Ámbito escolar
El plano escolar constituye uno de los aspectos más importantes durante la adolescencia y, no únicamente porque sea en la escuela o el instituto, donde los jóvenes se forman para su futuro y desarrollan sus conocimientos, sino porque es un lugar en el que, comienzan a relacionarse también con sus iguales y a enfrentarse a las exigencias de la vida social y el porvenir.
El fracaso escolar puede ser producto de otros problemas preexistentes, o bien, puede ser el resultado de los mismos, pero siempre tiene de base la desmotivación y sus consecuencias pueden afectar gravemente el futuro de los adolescentes en caso de no enfrentar la situación a tiempo.
La desmotivación se caracteriza por una sensación de desánimo que aparece cuando se generalizan experiencias negativas del pasado junto a la percepción de incapacidad para alcanzar objetivos.
Desde dificultades de aprendizaje, problemas de concentración, trastornos de personalidad o cualquier otro tipo de problema conductual, pueden ser desencadenantes de esta desmotivación en los adolescentes, retroalimentándose en el tiempo y llevándoles en ocasiones al abandono de los estudios.
Es importante prestar atención a las necesidades propias que tiene cada adolescente, a sus circunstancias y sus emociones y tratar de brindarles las herramientas más apropiadas a cada caso, ya sean estas de carácter meramente académico, psicológico o psicopedagógico, siempre con el fin de potenciar sus fortalezas y ayudarles a superar los obstáculos que puedan presentarse en el camino de su formación.
En definitiva, los adolescentes necesitan ir descubriendo el mundo por sí mismos, adquiriendo libertades a la par que responsabilidades y se les debe permitir el espacio para poder expresar sus propios gustos y opiniones, pero en todo momento debemos estar atentos y no descuidar el papel de guías, haciendo uso de la autoridad cuando resulte necesario pero, sobre todo, generando espacios para el diálogo, la cercanía y el crecimiento feliz.
Orientak Centro Psicopedagógico
En Orientak somos especialistas en orientación psicopedagógica. En nuestro centro, tutorizamos y realizamos un seguimiento de los alumnos y pacientes, tanto a nivel educativo como socio emocional, favoreciendo el proceso de reintegración a las rutinas normales, mediante terapias específicas que responden a las necesidades concretas de cada persona, como también a través de programas de apoyo y orientación pedagógica.
Ya se trate de niños o jóvenes con necesidades educativas especiales, con problemas de adicción o trastornos del comportamiento, en Orientak contamos con un equipo de especialistas en psicología, psiquiatría, educación y orientación.
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