El doomscrolling. En qué consiste este nuevo y perjudicial hábito.

El término doomscrolling comienza a resonar en el ámbito de la psicología. El prestigioso diccionario inglés Merriam-Webster define el doomscrolling como el hábito de buscar online noticias e información de carácter negativo o alarmista, especialmente en épocas de incertidumbre o crisis.

Con la aparición del coronavirus hemos podido comprobar como muchas personas pasaban horas en Internet buscando información acerca del virus. Esta búsqueda incansable de noticias mayormente pesimistas, tiene un carácter evolutivo, pues nos genera la falsa sensación de tener control de la situación, pero puede afectarnos de una manera muy negativa a nivel psicológico, generándonos una gran ansiedad y convirtiéndose en una costumbre que, a la larga, nos dañe psicológica y emocionalmente.

El doomscrolling está directamente relacionado con la aparición de las redes sociales y puede afectar a cualquiera que tenga acceso a las nuevas tecnologías.

¿Cómo funciona el doomscrolling?

En una situación como la actual, llena de incertidumbre, deseamos saber qué ocurre a nuestro alrededor y disponer de información nos hace sentir seguros, pero no debemos olvidar que nuestro cerebro tiene una tendencia a fijar su atención en lo negativo y a recordar los estímulos negativos durante más tiempo. Cuando decidimos hacer esto y orientar nuestra atención hacia cualquier tipo de noticia negativa, violenta, sombría o preocupante y detenernos a leerla, verla o escucharla al completo esta información suele causar en nosotros un impacto emocional transitorio, pero poco a poco, al repetir este gesto, por acumulación se van generando en nosotros emociones negativas que impactan en nuestra mente y dañan nuestro bienestar a nivel psicológico.

Así que, al contrario de lo que pudiéramos esperar, el consumo de este tipo de información no solo no nos tranquiliza y nos genera una mayor preocupación, sino que a largo plazo altera nuestro estado de ánimo y puede acabar generándonos una depresión o un trastorno de ansiedad.

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Sobreinformación y redes sociales

El peligro del doomscrolling es que provoca un círculo vicioso y cuando comenzamos a consumir este tipo de contenidos negativos nos vemos arrastrados y no podemos dejar de hacerlo. En este sentido, las redes sociales han jugado un papel importante puesto que, a pesar de que siempre han existido las noticias preocupantes y la televisión también ha sido un medio de trasmisión de las mismas, con la llegada de Internet, cada día mas, se tiende a un estado de sobreinformación y gracias al algoritmo cuanta más información de este tipo consumimos más información nos mostrará Internet cada vez que accedemos a las redes sociales.

Lo que debemos tener claro es que cada vez estamos más expuestos a este tipo de información y que, a pesar de que muchas veces pensemos que somos nosotros quienes seleccionamos lo que consumimos, no siempre es así.

Ya se trate de la crisis del Covid o de cualquier otra situación conflictiva, debemos recordar que, sobre informarnos, puede convertirse en justo lo contrario.

¿Cómo evitar caer en el doomscrolling?

  • Lo primero es limitar el tiempo que pasamos consumiendo este tipo de información, los expertos recomiendan limitar estas búsquedas a uno o dos momentos del día a lo sumo y en lugar de emplear nuestra energía en sobrecargarnos de malas noticias sustituir estos momentos por algo más agradable o que nos proporcione calma.
  • En segundo lugar, es importante prestar atención a las fuentes de las que recibimos esta información. Ser selectivos a la hora de consultar una noticia y atender siempre a medios fiables y cuya veracidad pueda corroborarse.
  • El Consejo General de la Psicología de España recomienda también limitar el uso de las redes sociales y para ello, en caso necesario, desinstalar algunas de las aplicaciones del teléfono móvil a fin de no tener tan fácil acceso todo el tiempo. Si no estamos dispuestos a desinstalar estas aplicaciones, existe la opción de silenciar algunas palabras, lo que puede reducir el contenido indeseado en nuestras pantallas.
  • Y por supuesto, en caso necesario, buscar ayuda profesional.

En resumen, debemos pensar que por muy malo que sea lo que ocurre, no va a mejorar si sobrecargamos nuestra mente buscando sin parar información al respecto y que, por el contrario, podemos dañar nuestra salud emocional si esta búsqueda de información negativa se transforma en una costumbre.

En Orientak somos especialistas en salud mental.

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