El pensamiento divergente, una puerta a la creatividad

¿En qué consiste el pensamiento divergente?

Frente a los problemas cotidianos que se nos presentan en la vida siempre existen distintas estrategias de afrontamiento y, nuestra manera de pensar, puede resultar más o menos eficaz a la hora de solucionar estos problemas. Algunas personas optan por plantearse las soluciones desde un punto de vista lógico o lineal mientras que, otras, poseen una mayor flexibilidad mental que les permite visualizar con más facilidad diferentes maneras de resolver el problema que se plantea.

El estilo de pensamiento divergente nos lleva a plantear diferentes soluciones y no únicamente la solución más rápida o evidente, haciendo que las ideas y procesos se relacionen en nuestra mente de manera creativa y hallando alternativas creativas, en contraposición al pensamiento lógico o lineal.

Pensamiento divergente versus pensamiento convergente

Fue Joy Paul Guilford, un psicólogo estadounidense, quien en 1967 categorizó los modos de pensamiento para la resolución creativa de problemas en pensamiento divergente y pensamiento convergente.

Este autor es pionero en el estudio de la creatividad y estudió la estructura de la inteligencia de las personas a la cual considera un ente tridimensional en el que interactúan:

  • Los procesos mentales que intervienen para analizar la información recibida.
  • Los contenidos semánticos, visuales, conductuales y simbólicos que amplían el mensaje.
  • Y las respuestas que tiene el sujeto a partir de la información recibida.

Dentro de estos procesos mentales Guildford indica que existen dos maneras de enfrentarse a los problemas: creando nuevas alternativas o de forma convergente, elaborando una respuesta a partir de la información preexistente.

Mientras que el pensamiento convergente trata de encontrar la respuesta correcta a una pregunta ordenando de forma lógica la información disponible, el pensamiento divergente genera distintas ideas explorando en el proceso diferentes y variadas soluciones, es decir, el pensamiento convergente trata de hallar la respuesta correcta a una pregunta ordenando de manera lógica la información disponible y va dirigido a un único planteamiento, mientras que el pensamiento divergente se desarrolla en diferentes direcciones y explora la multiplicidad de opciones y soluciones.

divergente

¿Cuáles son las características de las personas que utilizan el pensamiento divergente?

  • Poseen una mente abierta: Las personas de estilo de pensamiento divergente tienden a la apertura mental y a no estancarse en una única manera de ver las cosas.
  • Espontaneidad: Suelen ser personas espontaneas, de gran flexibilidad y rapidez mental.
  • Son creativas: La creatividad es fundamental en este estilo de pensamiento, la búsqueda de diferentes opciones y la invención de nuevas maneras de resolución. Son personas imaginativas y tratan de visualizar ideas completamente originales.
  • Asumen riesgos: A pesar de que una idea pueda parecer controvertida, las personas con pensamiento divergente desean explorar todas las opciones existentes.

Ventajas del pensamiento divergente

  • La creatividad y la capacidad de desarrollar pensamiento divergente promueven la curiosidad, la proactividad, el inconformismo, la curiosidad y la capacidad de arriesgarse.
  • Fomentar el pensamiento divergente, por lo tanto, nos ayuda a ampliar nuestras posibilidades a la hora de decidir y de encontrar soluciones a nuestros problemas cotidianos.
  • La flexibilidad mental que requiere esta forma de pensamiento puede ayudarnos a descubrir y potenciar nuestras aptitudes y capacidades.
  • El pensamiento divergente es fundamental a la hora de diferenciarnos de los demás y cooperar, aportando innovación y originalidad que pueden enriquecer las colaboraciones.
  • Al ser un modo de pensamiento flexible nos permite ver una situación desde muchos ángulos.
  •  El juicio y la autocrítica pierden peso en el pensamiento divergente y se tiende a buscar son ignorados mientras buscas nuevas fuentes de inspiración y asociaciones distintas a las conocidas para lograr algo con lo que surgen nuevas asociaciones de pensamiento y se abren posibilidades cuando nos enfrentamos a algún reto.
  • Este tipo de pensamiento nos facilita abandonar nuestra zona de confort y enfrentar con éxito los nuevos desafíos en la vida.

Encontrar el equilibro

El pensamiento divergente nos ayuda a ampliar nuestra mente y a buscar soluciones distintas, pero no debemos olvidar que el pensamiento convergente también resulta necesario a la hora de llevar a la práctica nuestras soluciones de una manera coherente y organizada.

Ambas formas de pensamiento deben funcionar de manera coordinada: el convergente caracterizado por el uso de la razón, la lógica y la experiencia y, el pensamiento divergente, impulsándonos a pensar de manera diferente y creativa.

Está claro que, en el equilibrio, es más fácil encontrar el secreto del éxito.

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