La importancia de comprender y atender sus necesidades específicas
Durante los próximos días 18-19 de noviembre tendrá lugar en Madrid la celebración del I Congreso de Altas Capacidades y Talentos, un evento que adquiere una especial importancia si tenemos en cuenta que, la línea que separa la alta capacidad del fracaso escolar (y otros problemas que afectan al bienestar emocional y a la salud mental de estos menores), es demasiado fina.
De hecho, conforme a los últimos datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional (curso 2019/2020) el número de alumnos que recibió una atención distinta a la ordinaria a causa de sus necesidades de apoyo educativo ascendió al 9,0% del total del alumnado. De estos, algo más del 30% fue en relación a trastornos graves y discapacidad, mientras que del alrededor del 70% restante fue en relación a otras necesidades específicas de apoyo educativo, entre las que se estima que el 7,7% pertenecía al colectivo con Altas Capacidades Intelectuales (AACCII). A esto cabe añadir otro factor: el de que, en nuestro país, todavía existe un amplío porcentaje de alumnado que poseé Altas Capacidades y que aún no se ha identificado tal y, por tanto, no recibe una atención a sus necesidades específicas dentro del ámbito educativo.
¿En que consisten las Altas Capacidades?
Conforme a Ley Orgánica 2/2006 de Educación (LOE), modificada por la Ley Orgánica 8/2013, de 13 de diciembre, para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), el alumnado con altas capacidades intelectuales se define como aquellos “alumnos y alumnas que manejan y relacionan múltiples recursos cognitivos de tipo lógico, numérico y relacionan múltiples recursos cognitivos de tipo lógico, numérico, espacial, de memoria, verbal y creativo, o bien que destacan especialmente y de manera excepcional en el manejo de uno o varios de ellos. Este concepto más amplio, de altas capacidades, incluye tanto al alumnado que presenta sobredotación intelectual, como a aquel que presenta talento simple o talento complejo”.
Además, dicha Ley señala que las Administraciones Educativas deben proveer de los recursos suficientes a estos alumnos al respecto de una educación específica que atienda sus necesidades, así como la importancia y responsabilidad de dichas Administraciones Educativas a la hora de identificar de forma temprana a estos alumnos.
Altas Capacidades y Salud Mental
En este sentido, tampoco debemos olvidar que, además de atender las necesidades específicas de aprendizaje o cognitivas de estos niños, también se deben tener en cuenta sus necesidades a nivel socio-afectivo, pues mucho de estos menores encuentran grandes conflictos además, en la relación con sus iguales y en el ámbito emocional y psicológico, al chocar con un sistema educativo y una atención que no es siempre la adecuada a su condición.
De hecho, en muchos casos y, precisamente a causa de su forma diferente de aprendizaje, es frecuente que caigan en la desmotivación y el aburrimiento, así como en distintos problemas emocionales generados a partir de su incertidumbre y la sensación de sentirse “extraños” o distintos a los demás. Esta sensación de des-adaptación, puede terminar desembocando en sufrimiento y en distintas afecciones de salud mental.
Profundidad cognitiva e hipersensibilidad
Debemos pensar que, estos niños, además de una alta capacidad a nivel intelectual o cognitivo suelen poseer también, una mayor sensibilidad a otros niveles (sensorial, imaginativo, intelectual, etc) lo que les lleva a percibir la realidad de forma distinta al resto de los niños y les saca del ámbito “normalizado”, puesto que, muchos de ellos viven sus propias emociones y las ajenas con gran intensidad, o llevarles a planteamientos existenciales a edades muy tempranas, algo que puede llegar a convertirse en un elemento de vulnerabilidad para su salud mental, especialmente por la falta de sincronía entre su capacidad de gestión emocional y la complejidad de sus pensamientos y percepciones.
Niños estigmatizados
A todo ello hay que sumar que, estas “diferencias” también propician que en su ámbito relacional se encuentren con conflictos añadidos, pues para el resto de niños, también resulta difícil comprender a los niños con altas capacidades y, en no pocas ocasiones, les perciben como “raros” o “débiles”, algo que todavía les estigmatiza más.
Por este motivo, muchos de estos niños con Altas Capacidades pueden llegar a sobrellevar verdaderas crisis vitales, a causa de una potencial suma de factores derivados de la incomprensión social e institucional y padecer mucha ansiedad y sufrimiento, ante situaciones como las “etiquetas”, “los diagnósticos erróneos, el fracaso escolar, las situaciones de acoso, la incomprensión de sus familias, etc.
Frente a dichas circunstancias, no son pocos los menores que caen en la desmotivación crónica, el aislamiento, la angustia, la desconexión y distintas afecciones de la salud mental de diversa gravedad.
Abordaje integral de las Altas Capacidades
Como hemos comentado, el abordaje de las Altas Capacidades requiere de distintas áreas de atención, por un lado, es fundamental la detección temprana de estas capacidades y/o talentos a fin de que los menores reciban el apoyo necesario a nivel académico y psico-emocional.
Adaptación curricular ACAI (adaptación curricular para alumnado con altas capacidades)
En este sentido, la adaptación curricular juega un papel muy importante a la hora de que este alumnado con Altas Capacidades puedan desarrollar de forma positiva todas sus capacidades, ofreciéndoles un aprendizaje individualizado y siempre en función de sus necesidades específicas, intereses y ritmos de maduración, de manera que los contenidos curriculares se adapten de forma personalizada a cada niño conforme a sus propias formas, desarrollo y tiempos.
Abordaje psico-emocional en los niños con Altas Capacidades
Es importante entender que las Altas capacidades implican una sensibilidad diferente y, en muchas ocasiones, una mayor empatía, sentido de la justicia y una tendencia a un mayor análisis, algo que se puede traducir muchas veces en lo que se ha denominado disincronías, un fenómeno conocido como desbordamiento de Terrasier y que consiste en el desarrollo desigual del ámbito cognitivo y la capacidad de gestión emocional. Un hecho que, puede complicarse, cuando en su interacción social, el niño siente que sus motivaciones o intereses, no son los mismos que las del resto de niños de su edad.
Por ello, además de resultar esencial la comprensión específica de este colectivo por parte de las escuelas y las familias, a través de la formación y la sensibilidad hacia sus necesidades, puede ser recomendable un apoyo terapéutico individualizado llevado a cabo por profesionales con formación especializada y en particular, en aquellos casos en los que exista algún indicio que pueda llevar a suponer que el niño está sufriendo debido a su condición.
En resumidas cuentas, los niños con altas capacidades precisan de la comprensión y el trabajo conjunto de las familias, Instituciones, profesionales de la salud mental y de la comunidad educativa para poder desarrollar su potencial y tener un desarrollo pleno y feliz.
En Orientak somos especialistas en Salud Mental y contamos con un equipo de profesionales especializados en el abordaje de las necesidades psico-educativas de los niños con Altas Capacidades. Además contamos con una unidad de Atención familiar.
En el hospital de día Orientak de Madrid, ofrecemos los servicios de psicología y psiquiatría general. Y disponemos de un centro terapéutico, psico-pedagógico y de formación, en el que, donde además de ofrecer terapias restaurativas.
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