Vencer la necesidad de aprobación
Somos seres sociales y, como tales, todos tenemos cierta necesidad de aprobación de manera natural, el problema es cuándo esta necesidad de consentimiento y beneplácito de los demás, se convierte en un factor inmovilizador para las cosas que deseamos hacer. Es decir, cuando la necesidad de que conseguir el visto bueno de aquellos que nos rodean siempre tiene d etransfondo el objetivo de no decepcionar a los demás o de cumplir con sus espectativas y no con nuestros deseos o verdaderas necesidades.
Esta necesidad de aprobación suele tener un origen multifactorial, pero de fondo siempre existe en la persona que la padece una gran inseguridad personal, un déficit de autoestima y, en no pocos casos, dependencia emocional.
La necesidad de aprobación constante tiene consecuencias muy negativas en la vida de la persona y en sus relaciones sociales.
¿Tienes una necesidad de aprobación de los demás excesiva?
Para detectar si tu necesidad de aprobación por parte de los demás es excesiva puedes hacerte una serie de cuestionamientos:
¿Sueles expresar tu opinión cuándo es contraria a la de los demás?
Si, a pesar de tener una opinión diferente a la de las personas que te rodean, adoptas un modo pasivo en tus respuestas o directamente prefieres dar la razón a tu interlocutor para evitar su desaprobación o enfado, está claro que le estás dando más valor a las opniones ajenas que tu propio pensamiento. Esta actitud suele estar fundada en creencias irraciones y termina siendo muy negativa para nuestra salud emocional. La forma de enfrentarnos a ella es siendo asertivos, tratando de opinar sin minusvalorar la opinión de los otros, pero desde nuestra autenticidad como personas. Esto evitará que sientas frustración y, por regla general, hará más sencillo que los demás te valoren de forma auténtica.
¿Utilizas muy a menudo el “perdón” y “lo siento”?
Pedimos perdón cuando pensamos que nos hemos equivocado, pero en las personas con una necesidad de aprobación excesiva, las disculpas pueden convertirse en parte del mecanismo de culpa, frustración y consentimiento.
Para comenzar a cambiar esta necesidad es importante ser conscientes de estos pequeños detalles.
¿Das explicaciones excesivas acerca de tus acciones o decisiones?
No siempre contaremos con el apoyo o la aprobación de las personas que nos rodean, pero esto no quiere decir que tengamos que justificarnos en exceso acerca de nuestras decisiones. Dar explicaciones de más es un síntoma evidente de necesidad de aprobación.
¿Te sientes mal cuando alguien no está de acuerdo contigo?
Si sientes gran malestar emocional cuando no encuentras la aprobación ajena puedes generar problemas de depresión o de ansiedad. En realidad, debemos aprender a aceptar las críticas, las opniniones diferentes y a saber resolver los conflictos desde la integración de ideas, la búsqueda de solcuiones conjuntas y el diálogo. Y nunca pasar por encima de nosotros mismos.
¿Sientes resentimiento por no ser capaz de decir: no?
Aprender a decir no es fundamental para evitar la aparición de frustraciones interiores y resentimientos. El hecho de negarse a algo puede entrañar algunas complicaciones, pero a largo plazo, hará que nos sintamos mucho mejor con nosotros mismos y que nuestras relaciones crezcan. Aceptar sin más cosas con las que no estamos de acuerdo va generando rabia y tristeza en nuestro interior y, con el tiempo, solo puede ser un motivo de conflicto con los demás y de decepción hacia nosotros mismos.
¿Cómo superar la necesidad de aprobación constante?
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Trabaja tu autoestima
Aprender a amarnos tal y cómo somos y a valorar nuestras necesidades y deseos es fundamental a la hora de fortalecer nuestra autoestima. Si nos respetamos y respetamos nuestras propias decisiones, también los demás nos respetarán y sabrán valorarlas.
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Comprende que todos somos distintos
Aceptar que no siempre tenemos que pensar lo mismo porque todos somos personas distintas, con nuestras propias aspiraciones y circunstancias, es un paso fundamental para entender que, por este motivo, no siempre podremos estar de acuerdo. No debemos vivir esto como algo negativo, al contrario, que seamos diferentes puede enriquecernos.
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Empieza a decir tu opinión
No tengas miedo de las consecuencias. Siempre que seas capaz de transmitir desde la coherencia y el respeto tu propia opinión, será algo positivo.
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Haz tus propias elecciones
Aprende que, al final, tu decisión debe ser la que más cuente. Está bien consensuar con los demás a la hora de hacer elecciones importantes, pero si no somos capaces de tomar la decisión final al respecto de nuestra propia vida, solo conseguiremos acumular frustraciones y sentirnos mal.
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Aprende a decir no asertivamente
Aprender a decir no es uno de los primeros pasos para deshacerse de la necesidad excesiva de aprobación. Hablar asertivamente, desde nuestra propia perspectiva, pero siempre respetando la perspectiva ajena, hará más sencilla la comprensión por ambas partes. Y, por supuesto, no debemos olvidar que, poner límites, en ocasiones es necesario y totalmente saludable.
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Acepta quién eres y cuida de tus necesidades
Cada persona tiene sus propias necesidades a todos los niveles, vivir en pro de las necesidades de los demás, solo puede llevarnos a un estado de ansiedad e, incluso, hacernos caer en una depresión. Debemos dejar un espacio para nosotros mismos, en el que cuidar de aquello que necesitamos y trabajar para concedernoslo.
Buscar el equilibrio
Debemos ser muy conscientes que, el equilibrio se encuentra entre el derecho de ser quienes verdaderamente somos y nuestra sociabilidad y necesidad de afecto.
Existe una parte positiva en la necesidad de aprobación de los demás que se deriva directamente de nuestra naturaleza social, nos permite empatizar, tener en cuenta las distintas opiniones, ser flexibles y aprender de ideas diferentes a las propias, siendo parte de nuestra inteligencia emocional y social, pero no debemos olvidar que, cuando esta necesidad de aprobación pasa por encima de nuestras propias necesidades, gustos o creencias, se convierte en un signo de dependencia emocional e inseguridad que puede dar paso a los abusos, a las frustraciones y al establecimiento de relaciones disfuncionales.
Trabajar en nuestra autoestima, amor propio y sobre todo, aprender a comunicarnos asertivamente, nos facilitará superar esta necesidad de aprobación excesiva y nos dará la posibilidad, de poco a poco, ir recuperando nuestro terreno emocional para establecer con los demás relaciones más sanas y honestas.
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