A estudiar también se aprende

La importancia de adquirir hábitos de estudio.

Estudiantes

En los colegios e institutos se enseñan muchas cosas, pero en ocasiones, falla la base. Nadie nace sabiendo y, para que los niños y adolescentes puedan aprovechar al máximo sus estudios y se desarrollen correctamente a todos los niveles, nunca está de más enseñarles a estudiar.

Para que cualquier alumno pueda estudiar de forma eficaz, es necesario que aprenda primero a desarrollar una serie de hábitos y habilidades que le ayuden y le sirvan de sostén a la hora de obtener unos buenos resultados académicos.

Es fundamental también, aportar a los jóvenes herramientas emocionales que les ayuden a valorar y potenciar sus recursos y a favorecer sus fortalezas.

Desde aspectos como el manejo y la organización del tiempo, la memorización comprensiva, la lectura consciente, la detección de las ideas fundamentales de un texto, al pensamiento lógico o al diseño de esquemas, existen cientos de recursos que pueden ayudar a los estudiantes a entender de una manera más profunda los contenidos y que, a la larga facilitan sus hábitos de estudio y posibilitan un recorrido académico exitoso.

En Orientak trabajamos junto a los más jóvenes ayudándoles a través de todos estos recursos y siempre teniendo en cuenta las necesidades específicas de cada uno de ellos y sus circunstancias concretas y sabemos que es necesaria una implicación también por parte de los educadores y los padres a la hora de posibilitar que los jóvenes desarrollen todo su potencial a nivel académico.

En muchas ocasiones los resultados académicos deficientes no tienen ninguna relación con la capacidad intelectual del estudiante, sino que es una consecuencia directa de su falta de conocimiento de técnicas de estudio o de su falta de concentración.

La mayor parte de las veces no se trata de estudiar más sino de aprovechar mejor el tiempo que se invierte en el estudio.

Uno de los factores más importantes en el correcto desarrollo académico es la motivación. Cuando un estudiante no conoce las técnicas apropiadas y comienza a fracasar escolarmente, se siente desmotivado y se corre el riesgo de caer en un círculo vicioso que termine en fracaso escolar.

La motivación hace a los estudiantes más resistentes a los fracasos y favorece la tenacidad y la perseverancia en su conducta.

Para asentar unos buenos cimientos que propicien los resultados académicos positivos es necesario, por tanto:

  • Motivar al estudiante y potenciar sus fortalezas.
  • Ayudarle a adquirir concentración.
  • Planificar el estudio.
  • La comprensión de aquello que va a aprender.
  • Facilitarle las técnicas y recursos que necesita para potenciar y retener lo aprendido.

Cada persona es distinta y cada alumno tiene sus propias necesidades y características, pero existen algunos factores que favorecen un clima de aprendizaje, aquí os dejamos algunos consejos al respecto:

  • Disponer de un espacio apropiado para el estudio: Un entorno tranquilo y ordenado, una mesa con suficiente espacio y todos los recursos materiales necesarios para su aprendizaje. Disponer de un espacio apropiado para el estudio y que este espacio sea siempre el mismo, facilita al estudiante una mejor predisposición.
  • Planificar lo que se debe estudiar: anotar las tareas, realizar un calendario o llevar una agenda con las fechas de examen, planificar conforme a las necesidades de cada materia el tiempo que es necesario dedicarles etc. Y sobre todo, tratar de que sea el propio estudiante el que plantee esa organización ayuda a generar los hábitos de estudio, favorece la responsabilidad y evita acumulación de tareas u obligaciones abandonadas hasta el último momento.
  • Facilitar la concentración: Durante el tiempo que se dedica al estudio hay que evitar cualquier tipo de distracción: teléfono, Tablet, interrupciones. Una buena manera es establecer periodos sin interrupciones de alrededor de 40 o 50 minutos y después tomar un breve descanso.
  • Los apuntes y el subrayado: Tomar apuntes es una tarea que facilita mucho el estudio posterior, pues requiere concentración. Lo mismo ocurre con aprender a subrayar bien, ya que se trata de un ejercicio de síntesis que facilita la memorización y la retención de manera natural.
  • La lectura comprensiva: No basta con leer, hay que entender lo que se está leyendo. Es muy importante que el estudiante comprenda lo que está estudiando. Herramientas como el diccionario o la enciclopedia son imprescindibles.
  • Realizar resúmenes y esquemas: Una buena manera de potenciar la capacidad de síntesis y la memorización es realizar resúmenes o esquemas. El simple hecho de escribir aquello que se debe estudiar facilita en gran medida el trabajo posterior.
  • Ejercitar la memoria: Existen muchas técnicas para lograr este cometido.
  • Preparar los exámenes: Conocer y practicar con el modelo de examen habitual genera confianza a la hora de realizarlo.

En resumen, las técnicas de estudio y el hábito de estudiar se aprenden, se potencian y se favorecen. Apoyar a los niños y adolescentes en su trabajo escolar pasa por dedicar un tiempo a la enseñanza del estudio.

En Orientak somos especialistas en Psicopedagogía.

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